El amor no es suficiente.

 

EL AMOR NO ES SUFICIENTE

 

Este libro, escrito de manera amena y sugerente, ayuda a comprender el poder que las empresas de alimentación tienen sobre la sociedad en general y sobre nuestro alumnado en particular. Además proporciona buenos recursos para hacer de nuestra alimentación, nuestra mejor medicina.

 

¿Quién es el autor?

 

Miguel Franco Murcia es profesor de educación física en educación secundaria.

 

¿De qué trata?

 

El libro gira en todo momento alrededor de los problemas derivados de una mala alimentación en las personas. Quizás lo más destacable sea la cantidad de recursos prácticos y útiles que nos ofrece el libro además de las referencias constantes a nutricionistas, pediatras y médicos especialistas que, a través de sus blogs o páginas webs aportan información contrastada ante la obesidad y el sobrepeso.

A destacar también las creencias que están instaladas en nuestra sociedad y que, por culpa de las grandes marcas alimentarias, numerosas familias dan por válidas. ¿Cómo olvidar a Cola-Cao y su “desayuno de los campeones”? Quizás si supiéramos la cantidad de azúcar que contiene un solo bote podríamos cambiar de opinión. Y digo quizás, porque no todo el mundo está dispuesto a cambiar de parecer, a pesar de trabajos como sinazucar.org. 

 No están dispuestos/as ya que “toda la vida se ha tomado y no pasa nada”. 


 

¿Qué voy a encontrar?

 

El documento de casi 140 páginas tiene un total de 32 capítulos. Que no os engañe la cantidad de capítulos ya que es muy ameno y fácil de leer. Cada capítulo tiene una media de 4 páginas por lo que habla de una manera clara y sin rodeos de lo que el autor quiere expresar.

 

Estos capítulos navegan desde la buena voluntad de las familias para alimentar a sus hijos/as (sin saber que esa voluntad esta algo manipulada) hacia la responsabilidad que tenemos en las escuelas y especialmente desde el área de educación física de concienciar y abrir los ojos hacia una alimentación basada en “alimentos reales y no en productos o sustancias comestibles”. Todo ello pasando por capítulos con títulos tan sugerentes como: 

- Una pirámide en ruinas. En dónde habla de la pirámide de la alimentación y de la potencia de  “El plato de Harward”.

 


- La despensa educa más que las palabras. Cuando tenemos hambre siempre vamos a comer aquello que tenemos más a mano, más accesible y si puede ser, más rápido. ¿Qué niño/a va a “perder tiempo” en pelar una manzana si puede coger de la despensa una bolsa de doritos? Quiero creer que alguno/a habrá pero la fuerza de voluntad aquí juega un papel importante. Sin embargo, creo firmemente que se solucionaría teniendo en la despensa comida real como la manzana y no sustancias comestibles como los doritos.

- Entornos obesogénicos: nuestro entorno no nos lo pone fácil. En el libro se resalta como hoy en día hablamos de atascos en las puertas del colegio cuando el alumnado vive a menos de 1 kilómetro, de plazas con carteles prohibiendo jugar a la pelota y montar en bici, de familias cuyos progenitores no tienen ni ropa ni zapatillas deportivas, de cumpleaños donde lo complicado es encontrar agua pero sobra coca-cola. Ante esto es muy difícil pero nunca será imposible.

- No negar, no ofrecer: si de verdad queremos cambiar los hábitos alimenticios de nuestros hijos/as podemos actuar como nos dice el autor. “Si una de esas sustancias comestibles cae en las manos de nuestros niños no le prohibiremos que la coma o la beba, argumentando, muy pedagógicamente, que lo que se prohíbe despierta más interés en el niños. Pero no lo tendremos en casa, no lo ofreceremos, no lo usaremos como recompensa para conseguir otras conductas. Una cosa es tener Coca Cola en casa y ponerla en la mesa cada día y otra beberla en un cumpleaños.” Al igual que hace el autor, quiero citar en el este punto a Julio Basulto, prestigioso docente universitario en nutrición y persona muy activa en redes sociales @JulioBasulto_DN

- Aprender a golpe de titular:  en este capítulo se resalta cómo la industria de la alimentación se aprovecha de nuestro desconocimiento en materia de nutrición para promocionar sus productos como algo saludable. Y es que, como expresa el autor “la industria alimentaria tiene un objetivo legítimo (…) maximizar sus beneficios.” “Luchan por conseguir lo que hay en nuestro bolsillo: dinero”. 

 Personalmente siempre me ha llamada la atención como a empresas como McDonald, RedBull, Lays siempre están presentes en eventos deportivos, ¡menuda incongruencia! ¿Te imaginas ir a la playa y encontrarte con anuncios de tsunamis, medusas y tiburones blancos? Una cosa no ayuda a la práctica de la otra, pues lo mismo ocurre si quieres jugar al fútbol y bebes Heineken (por poner un patrocinador importante de este deporte).

 


 

¿Por qué es importante para Educación Física?

 

A pesar de que a lo largo de todo el libro podemos encontrar referencias y argumentos válidos para nuestra área, van a ser los capítulos finales los que se ocupen de lleno en resaltar la importancia de nuestra área en cuanto la promoción y adquisición de hábitos y estilos de vida saludables.

 

Una idea que me parece reseñable y que he tenido la oportunidad de leer en alguna otra ocasión es la observación de los cambios en los comportamientos humanos de un tiempo a esta parte. Hace muchos años, si el ser humano quería alimentarse debía andar, correr, trepar, en definitiva, moverse. Posteriormente la aparición de la agricultura y la ganadería facilitaron este hecho, pero el trabajo manual en estas disciplinas difería mucho de la vida sedentaria. Vida sedentaria que gracias a las cotas de bienestar actuales se están implantando. 

El hecho de tener la comida muy al alcance nos hace privarnos del esfuerzo de movernos. Pero nuestro organismo como especie no ha evolucionado tan rápidamente como para estar preparado para tantos niveles de sedentarismo.

 

Desde el área de educación física nos cansamos de escuchar y leer que la OMS recomienda unos tiempos de actividad física concreta para cada edad pero tal y como se lee en el libro “¿Qué nos está pasando para que un organismo como la OMS nos tenga que recomendar que nos movamos?”

 

El autor defiende la creación de momentos adecuados para hacer mover a nuestro alumnado, defiende convertir nuestra casa en un gimnasio y, como se ha visto en estos meses de confinamiento, es más que posible conseguirlo. Defiende la tan deseada ampliación de horario de educación física alegando que no solo la salud se va a ver beneficiada sino que como he expuesto en otras reseñas las funciones cognitivas de razonamiento y memoria se van a ver inmediatamente beneficiadas.

 


Para sacarle partido a este libro desde nuestra área defiendo una globalización de los contenidos propios de las etapas educativas. No es nuevo que desde el área de ciencias naturales se trabaje de manera interdisciplinar con educación física pero debemos hacerlo más visible a familias y compañeros/as más reticentes al trabajo en grupo. Las posibilidades son inmensas y los ejemplos y buenas prácticas numerosas.


Mejores frases 

  • ¿Diríamos a un hijo “ Como no saques buenas notas no te dejo comer manzanas”?
  • La dieta equilibrada es aquella manera de alimentarse que aporta alimentos variados en cantidades adaptadas a nuestros requerimientos  y condiciones personales. Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación.
  • El zumo de piña es lo mismo que el de manzana. Pero una piña no es lo mismo que una manzana. En el caso de los zumos, creemos que estamos dando de comer variado pero en realidad estamos dando siempre lo mismo.
  • Nos han convencido que comiendo de todo sin pasarse (sin excesos) y haciendo ejercicio el problema está solucionado.
  • Si estamos engordando, como sociedad, la culpa es nuestra: somos vagos, perezosos y glotones.
  • Mucho fútbol, mucho Nadal pero cuando llega el momento de realizar actividad física nos ponemos al final de la cola. “Una carencia que nos va a costar mucho dinero y enfermedades prematuras”.
  • La evidencia científica indica que los orígenes de la enfermedad cardiovascular (principal causa de muerte en España y en el resto del mundo) se encuentran en la infancia y adolescencia.
  • El nivel de condición física de nuestros hijos nos sirve de predictor  de su salud futura.
¿Os suena de algo esta situación?

- Mamá:  "Cuando termines las galletas te doy los caramelos. Antes no. Lo primero es la merienda."
- Hijo:     " Quiero los caramelos. Ya me he comido cuatro galletas".
- Mamá: "Todavía te quedan dos".😓

Y lo mejor para el final, una conversación del autor con una amiga que reproduzco tal cual.

- Amiga: “No te vas a creer lo que mi prima le da de cenar a sus hijos todas las noches”.

- Autor: “¿Qué les da?”

- Amiga: “ Leche con Cola Cao y galletas María”.

-Autor: “¿No será verdad? ¿Y tú qué le das a tu hijo de desayunar todas las mañanas?”.

- Amiga: “Leche con Cola Cao y galletas María, pero es en el desayuno. No es lo mismo que le cena”.

- Autor: “Ah”. 😥


Adjunto infografía basada en el libro y en los blogs que promociona el mismo.



 

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